H.M.S Swift. El naufragio de una corbeta inglesa en la Patagonia

Un Estudio patrimonial de Puerto Deseado

Una corbeta es un buque de guerra, ligeros, cercanos a la tipología de fragata aunque con menos autonomía y abastecimiento. Disponen de una única cubierta de combate con una única batería y raramente tienen más de 20 cañones.
Están destinados a misiones de escolta de tráfico mercante, vigilancia litoral y a veces exploración para escuadras de guerra.





Un poco de historia:
Fue construida en 1762 en el astillero de John Greave en Limehouse, a orillas del Támesis. Lanzada al mar en 1763, contaba con 28 m de eslora, 8 m de ancho y 4 m de puntal. Armada con 14 cañones y 12 pedreros.
Se hundió en las costas del actual Puerto Deseado, Argentina, en marzo de 1770.





En el momento del naufragio, la corbeta hacía un viaje exploratorio por las costas patagónicas aunque estaba destinado a las Islas Malvinas. Su misión era evitar la inversión de barcos españoles y franceses que por entonces de disputaban el dominio de la zona.

La causa del naufragio fue principalmente una tormenta. Esta obligó al barco a recalar en Puerto Deseado donde encalló en una roca sumergida no cartografiada.
En el hundimiento murieron 3 de los 91 tripulantes; el cocinero y dos soldados de infantería marina. únicamente el cuerpo del cocinero fue encontrado. Los dos soldados se han identificado como Ballard y Rusker, de 23 y 21 años.



El pecio fue encontrado en 1982 a 100 m de la costa, por unos buzos locales que habían creado la "Subcomisión de Búsqueda y Rescate de la Corbeta Swift".
Los 400 objetos rescatados en el pecio, se exponen en el Museo Municipal de Mario Brozosky (nombre de uno de los que participaron en el hallazgo).

Hablo en esta ocasión de este pecio ya que se encuentra en constante exploración. A pesar de localizarse en una zona de fácil acceso, se proyectan intermitentes expediciones de las que se extraen distintos elementos de significación.

En el 2005 un grupo de arqueólogos del INAPL, encontraron un esqueleto humano entero, proveniente de uno de los soldados. Se sabe que se trata de un soldado ya que adherido a la escápula, se encontraron unos restos de tela color rojo, teñidos con un colorante orgánico denominado madder, coincidente en características con el utilizado en los uniformes de los infantes marinos de la época. También se encontro la hebilla de un corbatín y 32 botones.
(Para más información de nivel arqueológico: Ver informe de la doctora Marta Maier, investigadora del Conicet en el Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA).


Entre las piezas rescatadas:


- Moneda de cobre: falsificación de moneda de medio penique del período superior del reinado de George II de Gran Bretaña e Irlanda.


- Botón de Peltre; de tipo abovedado, al que le falta la presilla. En el reverso se observan las letras T y L, posiblemente correspondiente al nombre del fabricante o lugar de origen. Perteneciente al uniforme de bajo rango de la Armada británica.

Conservación:
Es importante tener en cuenta, durante el proceso de extracción de los objetos de yacimientos subacuáticos, que el proceso de secado, en primer lugar, debe efectuarse de forma controlada, ya que en el caso contrario emergen nuevas alteraciones destructivas a causa del contacto de algunos materiales con unas condiciones ambientales diferentes.
Por lo tanto, del fondo marino sólo se extraen piezas de las cuales se pueda garantizar su conservación.





(guias)



Anexo
Marcelo Rosas tenía 16 años en 1980. En una clase del Colegio San José, escuchó que el profesor contaba historias de barcos hundidos en la ría del pueblo, y un nombre: "Swift".
Marcelo empezó enseguida a investigar. Se juntó con otros jóvenes: Marcos Oliva Day, Daniel Guillén, Mario Brozoski y el buzo de Prefectura Omar Juanola. Un día les llegó un dato: en 1975 había estado en Deseado Patrick Gower, descendiente de uno de los marineros ingleses, que dejó su testimonio en un grabador Geloso prestado por la secretaría de Turismo.
Los jóvenes reconstruyeron la historia y dieron con el lugar del hundimiento recién en 1982: la "Swift" estaba a escasos cien metros de la costa, junto a la roca que la hundió. Después crearon un museo. "Fue un fin altruista, no queríamos ningún rédito económico", recuerda Rosas, hoy escribano en Deseado. El museo lleva el nombre de Mario Brozosky, integrante del grupo original. Brozoski murió en 1986, al ser alcanzado por la hélice de un barco que reparaba. Era un chico de barrio que pasó su infancia en la calle, ya que la televisión llegó recién en 1978, con el mundial de fútbol. Perdió a su padre y a su madre en corto tiempo y murió en el mar donde pasó gran parte de su vida buscando aventuras. 
Fuente: Diario Clarín 14/12/2005

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2 comentarios:

  1. ¡Interesante artículo! Parece mentira lo cerca que están las cosas a veces y no las podemos ver...

    Enhorabuena por el blog.

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  2. Lindo articulo. El mar nos guarda tanta information historica como la mejor de las bibliotecas.

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